Luego de más de diez meses de haber finalizado su mandato como intendente de Resistencia, Gustavo Martínez realizó un balance crítico de su gestión en la que marcó como principal falencia no haber atendido los problemas de las barriadas de la capital. Según él, un condicionante fue la pandemia de Covid-19, «que alteró drásticamente la situación económica y no permitió finalizar muchas obras estructurales estratégicas». También abordó la situación actual del justicialismo provincial y se refirió a que «quienes estuvimos en distintos cargos ahora nos toca esperar desde el banco» para «apostar y apoyar a los sectores del peronismo que puedan representarnos en el futuro con caras nuevas».
Martínez sostuve que hoy su tarea «en lo personal, como militante, es visitar a cada amigo, cada compañero que estuvo siempre a mi lado, mirarlo a la cara y reconocer nuestros errores».
Martínez cree que pudo avanzar con «un ordenamiento interno en el Municipio y mejorar la situación laboral de los trabajadores comunales», pero «la ausencia de la Municipalidad en los barrios generó un malestar en los ciudadanos, que dieron la espalda a la gestión y eligieron cambiar de rumbo».
Agregó que «el vecino tenía gran expectativa con nosotros porque venimos del barrio. Pensaban que íbamos a poder resolver las problemáticas del alumbrado, las calles de tierra y ripio, la luz en la plazoleta, así como el tema de los residuos; pero no lo pudimos hacer», agregó.
PRECIO ALTO
Para el exintendente todo esto marcó negativamente la gestión para los vecinos, por lo que «ahora es muy importante reconstruir la relación con la comunidad. Estoy mirando a la cara a los vecinos y distintos dirigentes de los barrios para reconocer que debimos haber realizado el mayor esfuerzo de gestión en esos lugares, pero no lo hicimos; por lo que pagamos un precio alto y hoy el electorado eligió otro camino», aseguró.
Insistió en que «las restricciones por la pandemia, que marcaron el inicio de su gestión los primeros seis meses de 2020, provocaron un inevitable alejamiento de los vecinos y luego la gestión no supo cómo recomponer esa relación con la gente».
Reconoció que «no pudimos retomar la relación con nuestra gente, nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros compañeros militantes, por lo que hoy siento que perdimos una gran oportunidad de trabajar por esa gente de los barrios, que siempre fue nuestro anhelo, esa gente que siempre nos acompañó y a la que lamentablemente le fallamos al término de la gestión».
RECONSTRUCCIÓN CON LA MILITANCIA
Gustavo Martínez explicó que en esta nueva etapa fue convocado por un grupo de dirigentes y militantes peronistas de distintas agrupaciones que «tiene el afán de aportar una visión política a un proceso en el cual se pretende que el peronismo se constituya en una nueva alternativa para mejorar el país, la provincia y la ciudad». «Abrazamos esta ideología porque resalta la convicción de la lealtad, principios y doctrina peronista sin tanto culto a las personas, porque esto nos ha hecho mucho daño», enfatizó.
Argumentó que «como militante peronista de toda la vida» quiere que el justicialismo «recupere su norte, sus principios a través de la doctrina peronista» en un proceso de renovación.
«El peronismo es un movimiento que siempre ha puesto como eje el trabajo y la educación, por lo que tenemos que apostar desde nuestro lugar de militancia a recuperar las banderas y principios del auténtico peronismo. En esa visión policlasista de Perón, todos los sectores sociales apuestan al desarrollo económico», resaltó el exintendente de Resistencia.
DIARIO NORTE.-