El hecho de gravedad sucedió la noche del sábado pasado en la que el colérico hombre pedía ver a su hijo, y como actitud de protesta no tuvo la mejor idea que empezar a disparar al aire. Esa actitud fue denunciada inmediatamente por vecinos del barrio, quien solicitaron la urgente intervención por miedo a las llamadas «balas perdidas».
Frente a las autoridades policiales, los vecinos reiteraron su preocupación y solicitaron que intervenga la justicia y de solución definitiva a este tipo de comportamientos.
El hombre con antecedentes penales gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria, pero el fiscal de turno ordenó un oficio por lo sucedido, y no se descarta que se revoque la prisión domiciliaria.
Control por la fiesta de los estudiantes
Además de esa intervención, por parte del 911 y COM, en el marco de los operativos del fin de semana, condujeron al menos a 20 personas, algunos de ellos menores, quienes portaban armas de fabricación casera y gomeras.
Los incidentes sucedieron en la plaza San Martín y en la pasarela del ferrocarril, lugar que fue escenario el último fin de semana de los festejos de los estudiantes. Por esta razón el operativo de control duplicó sus esfuerzos en trabajos de prevención y acción.
Desde la oficina de la división policial, «resaltaron el acompañamiento del municipio en los controles de wileros, donde los operativos realizados de manera conjunta al 911, se los pudo contener y en estos días no ocasionaron desórdenes en las calles de la ciudad, como sucedía», manifestó el comisario Ramón Zarza, a cargo del 911.
DIARIO NORTE.-