En medio de la fuerte pérdida del poder adquisitivo de la población tras la suba de los precios en general de la economía y las tarifas de los servicios, el consumo de carne vacuna por habitante retrocedió 18,5% en marzo pasado versus igual mes de 2023. En tanto, el consumo aparente, luego de considerar lo que se faenó y consumió en el mercado local y lo que se exportó, tuvo el peor registro de los últimos 30 años.
El dato se desprende de un informe dado a conocer hoy por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra). Al respecto, dijo: “En enero-marzo de 2024 la industria frigorífica vacuna produjo 745.000 toneladas res con hueso de carne vacuna, es decir 7,6% menos que en el primer trimestre de 2023. Puesto en términos absolutos, se produjeron 61.200 toneladas res con hueso menos”.
El consumo de carne vacuna a marzo desde 2011. (Foto: LaNación)
En este marco, Ciccra precisó que “considerando que las exportaciones de carne vacuna se mantuvieron en torno a las 85.000 toneladas res con hueso en marzo, en los primeros tres meses del año se habrían exportado 245.200 toneladas res con hueso, lo que representaría un aumento de 22,9% interanual (+45.700 toneladas res con hueso)”. Y remarcó: “En consecuencia, el consumo aparente de carne vacuna habría totalizado 499.700 toneladas res con hueso, en enero-marzo del corriente año y habría resultado 17,6% menor al registrado en igual trimestre del año pasado, marcando el registro más bajo de las últimas tres décadas”.
Si se observan las estadísticas, la exportación pudo, si bien tiene menores precios internacionales que hace dos años, traccionar en volumen frente a la caída del mercado interno. De algún modo, la venta al exterior compensó un mayor parate en el negocio ya provocado por el derrumbe de la plaza local. En los tres primeros meses del año la exportación marcó un récord al representar el 32,9% de la producción. En tanto, el consumo interno representó el 67,1% de la producción, según Cicrra. Para comparar, el año pasado en los tres primeros meses el consumo interno se llevó el 75,2% de la producción.
Consumo en baja
De acuerdo al reporte, en lo que tiene que ver con el consumo per cápita de carne vacuna en marzo pasado este se ubicó en el equivalente a 42,6 kilos/año, 18,5% por debajo de marzo de 2023. “En tanto, el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo aparente de carne vacuna quedó en 50 kg/hab/año en el tercer mes del año, es decir 4,2% por debajo del promedio de un año atrás”, completó luego.
Participación de las exportaciones sobre la producción. (Foto: LaNación)
Respecto de la dinámica de los precios internos, Ciccra indicó que en marzo último “el rubro carnes y derivados tuvo una suba de 9,8% mensual, es decir 0,7 puntos porcentuales mayor a la de febrero”. Señaló: “En el caso de los cortes vacunos el alza fue de 9,5%, mientras que en el caso del pollo llegó a 13,1%”. Entre otros productos, consignó que las subas mensuales fueron de 11,9% para la paleta, de 10,2% para el cuadril, de 10,1% para la carne picada común, de 9% para la nalga y de 6,2% para el asado. “La caja de hamburguesas tuvo un alza de solo 4,6% mensual”, detalló.
Miguel Schiariti, presidente de Ciccra, afirmó sobre la caída del consumo: “Esto está directamente relacionado con el poder adquisitivo, que ha disminuido bruscamente. En lo que va del año los ingresos de los consumidores cayeron más del 10%, entonces se consume menos”.
Miguel Schiariti, de Ciccra: «La cadena en sus distintos eslabones fue absorbiendo parte del no crecimiento del precio de la carne al público». (Foto: LaNación)
Añadió: “Si bien la carne aumentó [de precio], este incremento fue menos que el resto de los otros productos, subió 9,5% [en marzo]y el resto [de los productos]11,5%”. Precisó que, anualizado, el aumento del ganado fue del 306% mientras la carne se encareció un 274%. “Aumentó menos que el precio del ganado en pie. La cadena en sus distintos eslabones fue absorbiendo parte del no crecimiento del precio de la carne al público”, apuntó.
Por su parte, si bien señaló que “el consumo está planchado”, Víctor Tonelli, analista ganadero, dijo que habrá que esperar al próximo viernes cuando el Indec presente las publicaciones de las exportaciones para tener el dato correcto de cuál es el equivalente de consumo por habitante, por año y por mes.
Víctor Tonelli: «Este año, para que la exportación se mantenga, el consumo tiene que bajar ocho kilos, por lo menos». (Foto: LaNación)
“Ya que el cálculo del consumo se toma en función de la oferta disponible que sale de las faenas, eso sí ya está publicado, y hay que restarle las exportaciones cuyo dato no se conoce. Todo lo que está circulando sobre marzo, que incluye el primer trimestre, es estimando los certificados emitidos por el Senasa, pero que no son los números reales, son números estimativos. De modo tal que en enero y febrero habíamos bajado de 52,5 a 44, y en marzo estimamos que se va a mantener en ese número. Pero todavía, para ser precisos, hay que esperar el dato del viernes que publica el Indec. Todo lo demás es un estimativo”, indicó.
“El consumo está ahí, planchado, está en 43, 44 kilos, y ahí va a estar, seguramente, contra los 52,5 kilos que promedió todo el 2023″, describió. Recordó lo que había sucedido el año pasado donde hubo una enorme liquidación de los rodeos por la sequía y la situación económica y financiera de los ganaderos.
“Ahí tuvimos una faena de liquidación excepcional en donde subió el consumo y subió también la exportación. Este año, para que la exportación se mantenga, el consumo tiene que bajar ocho kilos, por lo menos. Ese es mi cálculo estimativo”, cerró Tonelli.
Para Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), en el sector están al tanto de que la carne de cerdo está más barata que la vacuna, por lo que la gente está comprando un poco más de cerdo. Independientemente de eso, dijo que marzo es un mes muy complicado, después de las vacaciones, el colegio. En este contexto igualmente señaló que “el precio de la carne vacuna sigue siendo barata en relación a otros productos, pero la gente empezó a comprar menos”.
“Son momentos muy difíciles a la gente le llega la luz, el seguro, la patente del auto, le llegan todos los gastos y se va ajustando. Así que la carne empezó a consumir menos, buscando las ofertas”, indicó a La Nación.